L1 (45m, 6a+): Empalmamos los dos primeros largos. El primero, muy sencillo, te deja a los pies de una placa fina de regletas y laterales sumamente extraños que se sube no sin antes dudar un par de veces del tipo de escalada ye estas haciendo. Tras esta placa, se endereza hacia la reunión con la ayuda de la pared de la derecha. Es un largo muy chulo, de los más disfrutones de la vía.
L2 (40m, V+): Largo muy chulo de bavaresa a equipar y con un friend empotrado en el inicio. Con un paso tonto para salir de la bavaresa. El resto del largo, transcurre por maleza y cuesta de tierra.
L3 (15m, IV): Largo corto que pasa por el "Tunel del Ovni", un puente de roca natural.
L4 (15m, 6a+): El mejor largo. Con pies planos y una buena bavaresa invertida para las manos. En general todo el largo es mantenido y la salida del techo también es interesante.
L5 (30m, 6b/Ae): Es el largo más difícil de la vía. Consiste en una primera parte de 6b que va por dos diedros. La segunda parte es un tramo de Ae. La última parte es una travesía de setas marrones muy chula.
Alberto disfrutando del largo de bavaresa |
Mikel saliendo del diedro de 6b |
Mikel en la sección de Ae |
CROQUIS DE LA VÍA
L7 (45m, V): "En largos como estos es cuando te alegras de ir de segundo" fue lo que le dijo Dani a Mikel al acabar la vía. Razón no le falta, pues con lo guarro que estaba de tierra y árboles, una caída es más que posible, como la que tuvo Unai en Cavallers.
El descenso se hace por el camino de descenso a Zuriza, siguiendo un poco más arriba. Nosotros empezamos a bajar hasta que nos topamos con un arroyo seco, el cual seguimos hasta abajo del todo.
Por cierto, la cantimplora de Dani ese día no tomo Red Bull, pues no le salieron alas para evitar la caída desde la penúltima reunión hasta el suelo.
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